Era un domingo con muchas ganas de volver a explorar después de unos cuantos meses sin poder hacerlo. Era el domingo en el que urbeex_nessgama volvía a la carga. La espera iba a merecer la pena ya que dimos con un abandono que escondía unos curiosos frascos.
Esta vez íbamos a visitar una casa que había pertenecido a un artista fallero. Esta nos iba a sorprender con los misteriosos hallazgos que íbamos a ir encontrándonos.
Dentro de la casa
La casa estaba dividida en dos estancias; la principal, de tres pisos, y la que se encontraba en la parte trasera, la de los corrales, de dos pisos.
Nos dirigimos hacia la principal, abrimos la puerta y nada más entrar nos encontramos con un salón bastante amplio, donde nos llama la atención su techo, todas sus vigas son de madera y en muy buen estado.
También nos hace pararnos un curioso mueble-sofá muy antiguo que se encuentra metido en el rincón de las escaleras, estas destacan por sus decoraciones en los escalones y su barandilla. ¿Cuántas veces se abrían sentado en ese sofá a leer? ¿sobre qué cosas? ¿Cuántas ideas nuevas para sus trabajos se habrían pensado en ese rincón?
Algunas de las puertas que dan a las habitaciones todavía conservan sus vidrieras al completo, con unos colores que dan mucho juego (se ve que al artista fallero le iban bien las cosas). Así es como debería de conservarse todo, (si no rompemos nada, podremos disfrutar de cosas mágicas más a menudo) como en el colegio, ¿os acordáis? «Salvo por mí y por todos mis compañeros«.
Dentro de estas habitaciones destacamos un bonito mueble de madera y un baño de azulejos azules que daba un poco de mal rollo. Resultaba curioso que la bañera era de un tamaño mínimo respecto al baño en general.
Subimos al segundo piso, allí encontramos tres habitaciones con los muebles destrozados y un baño del cual ya no quedaba nada. Aquí solo nos encontramos, escombro y más escombro, una pena. Lo único llamativo es un antiguo mueble azul junto a un sofá.
Llegamos al ultimo piso, el tercero, aquí la cosa es diferente al piso anterior, aquí tenemos una biblioteca con una gran chimenea, en la que ya no quedan muchos libros, pero de entre los pocos que quedan tirados por el suelo nos llamaron la atención algunos de poesía y algunos otros con escritos religiosos. Es imposible el no dejarse llevar, el imaginarse aquella chimenea encendida, y a sus pies, sentado en su sillón de lectura, al fallero que allí vivía.
Ahora vamos hacia la parte trasera, la de los corrales. A primera vista, parecía que no tenia mucho más que enseñarnos la casa, pero os damos un consejo, nunca os dejéis nada por mirar, porque allí iba a estar lo mejor. Lo que parecían unos simples corrales, escondían una cocina de carbón antigua muy bien conservada, con sus utensilios de cocina.
Lo mejor y más curioso para nosotros vendría ahora, en las últimas habitaciones que nos quedaban por ver. Recorrimos un largo pasillo, donde una de las habitaciones, tenía las paredes llenas de huellas de manos con dos cruces invertidas, lo que nos hizo preguntarnos ¿ quién se habría dedicado a tal entretenimiento, a terminar con las manos bien pringadas, de sepa Dios que cosa?.
Al final del pasillo, en la última habitación que nos quedaba por ver…. Premio.
La verdad, que no sabríamos explicaros muy bien que era aquello, aquellas cosas, esos recipientes de formas extrañas, esos líquidos de colores llamativos… Aquello tenía pinta de haber sido un baño común, pero más que un baño, parecía un pequeño laboratorio clandestino. ¿Cuánto tiempo llevarían aquellos líquidos en reposo, sin que nadie se parase a obsérvalos con tanta curiosidad como nosotros? ¿Qué hacían en casa de un fallero?
A la salida, al final del corral, escondidos bajo un techado se encontraban los moldes para dar forma a las figuras de una falla, para nosotros, los valencianos, a nuestros queridos ninots.
Como cierre nos gustaría recordaos lo que hacemos, dar vida a lo abandonado, fotografiar lo que ha sido olvidado, de lo que ya nadie se acuerda y como en todo abandono al que entréis, nunca os llevéis nada, dejar el lugar como os lo habéis encontrado, y no deis la ubicación, de esta forma, podremos asegurar un poco más su conservación y el disfrute del lugar, para que más exploradores puedan disfrutarlo.
Nessgama
Un día nos dios por juntar ideas, con ganas de descubrir, y nacimos. Somos una pareja de valencia a la que le apasiona el descubrir sitios e imaginar el pasado de esos lugares. Cada lugar esconde algo mágico, algo que nos hace navegar en el tiempo, sacar nuestra mimada NikonD3000, buscar diferentes ángulos y darle vida al olvido. Las locuras no están para entenderlas, si no para vivirlas.
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