Descubre lo que ESCONDÍA este ACUARIO ABANDONADO

A quién le guste el Urbex tanto como a nosotros, entenderá la alegría que se siente cuando te vas de vacaciones y ¡SORPRESA! Descubres un parque acuático abandonado.

Bien es cierto que, no lo encontramos por arte de magia ni el universo conspiró para que lo descubriéramos de la nada. Así que, debemos dar las gracias a Abandoned Cars Canarias (@abandonedcars_canarias) por su generosidad a la hora de compartir la ubicación de este increíble lugar con nosotros.

Una vista general del parque, Fotografía: Fran Lens

Cuando llegamos a la localización no sabíamos que se trataba de un complejo en el que, entre otras muchas actividades, albergaba animales marinos, reptiles, burros, loros, etc. Fue sorprendente recorrerlo e ir dándonos cuenta poco a poco de que todas esas cristaleras, urnas y vallas en realidad eran antiguas jaulas de animales.

Puente de entrada al complejo, Fotografía: Fran Lens

Al acceder al lugar nos encontramos con unas piscinas al aire libre que simulaban contener arena del mar. Cada detalle y decoración del parque te hacía adentrarte en una temática marinera que ayudaba a imaginarte cómo fue ese lugar en el pasado.

Una de las numerosas piscinas, Fotografía: Fran Lens

Tras recorrer lo que parecían unos vestuarios, encontramos una especie de casita de madera. En su interior y bajando por unas escaleras, escondía unos depósitos azules cuya función debió ser el filtrado del agua que los animales marinos necesitaban para sobrevivir.

Al descubrir el edificio llamado «Grutas marinas» fue cuando realmente nos sorprendimos. Este pasillo daba acceso a unas enormes cristaleras que proyectaban el fondo de una gran piscina decorada con falsos corales y algas. La pregunta en este momento era clara, ¿qué tipo de animal vivía aquí?

Cristaleras del edificio «Grutas Marinas», Fotografía: Fran Lens

Sabemos, gracias a unos antiguos vídeos del parque acuático, que esta piscina albergó una gran cantidad de peces, morenas, mantas raya e incluso TIBURONES. Pero estos videos los encontramos después de visitar el lugar, por lo que no teníamos esa información durante nuestra exploración.

Al salir de este edificio pudimos ver esa gran piscina desde arriba, y debemos de ser sinceros con vosotros, no era tan grande como parecía y mucho menos para la cantidad de animales que tenía dentro. Esta piscina estaba coronada con la estatua de un gran tiburón al que, por supuesto, le hicimos fotografías.

El gran tiburón, Fotografía: Fran Lens
Acuario de «Grutas Marinas» visto desde arriba, Fotografía: Fran Lens

Seguimos visitando este curioso lugar en el que cada nuevo edificio por descubrir era más extraño que el anterior. Volvimos a adentrarnos por un túnel, esta vez mucho más oscuro, que daba acceso a otra sala con una cristalera mucho más pequeña y un cartel. Este cartel contaba la historia (obviamente imaginaria) de un marinero que, tras un naufrágio tuvo que luchar con numerosos tiburones para poder sobrevivir.

En este punto nosotros estábamos tranquilos, no quedaba ni gota de agua en las piscinas por lo que, de quedar algún tiburón estaría mas seco que la mojama 🙂

El marinero debió dejarse olvidado su barco hundido porque, tras cruzar el túnel, entramos a una sala que simulaba con total detalle la bodega deteriorada de un barco hundido. Podías recorrerlo con cuidado, ya que algunas maderas estaban rotas y escondían peligrosos agujeros. No sabemos si era parte del decorado o algún animal había muerto realmente en ese oscuro lugar, pero encima de unas maderas estaban depositados unos huesos junto con una cuerda.

La bodega del barco, Fotografía: Fran Lens
Interior de la bodega, Fotografía: Fran Lens

Salimos de allí por unas escaleras que conducían a la parte superior y nos encontramos con la joya del lugar. Sobre una piscina se encontraba el esqueleto calcinado de la parte de visible del casco del barco. Su gran mástil podía medir más de 10 metros y, en el pasado, debió de estar recubierto por madera. Actualmente solo quedaba la estructura de hierro que se había vuelto marrón debido a la oxidación.

Esqueleto del barco, antiguamente el símbolo del parque Fotografía: Fran Lens
Otra toma del barco desde su proa, Fotografía: Fran Lens

Finalizando ya nuestra visita, encontramos muchas más jaulas tanto de reptiles como de aves. El parque acuático abandonado nos pareció un lugar increíble que descubrir pero, es cierto que no nos dejó buen sabor de boca. Imaginar la cantidad de animales que malvivían encerrados allí con la única finalidad de entretener a sus visitantes nos pareció frívolo y triste. Respetamos todas las opiniones ante estas prácticas pero estamos totalmente en contra de ellas. Aún así, el lugar no defraudó y nos dejó con la boca abierta.

EDIT 22/11/2020: Un seguidor de Instagram, @pablo.03_, vive cerca del lugar y nos ha hecho llegar fotografías del día que se incendió el barco.

El icónico barco el día que se quemó, Fotografía: @pablo.03_
El icónico barco ardiendo desde una localización más alejada Fotografía: @pablo.03_

¿Quieres ver este lugar al completo? Aquí tienes nuestro vídeo explorándolo:

Hasta aquí nuestra aventura, espero que os haya entretenido, ¿Qué es lo que más te ha sorprendido del lugar? Cuéntanos en los comentarios, estamos deseando saber vuestra opinión.

Valenciana aprendiz del mundo de la fotografía, apasionada de los viajes y los lugares por descubrir.

Deja un comentario